El mejor regalo de cumpleaños: Juan Rey me trae, para mis 29, un derbake de cerámica. Improvisadamente, en una cena junto a Gustavo Uziga y Leandro Frías, nace el proyecto más feliz y anárquico de todos, el anti-proyecto, el grupo de improvisación más amorfo, variable y espontáneo que conocimos: The Martes. Para mucha gente, a partir de ese, todos los martes se convirtieron en el primer día de la semana. Las interminables sesiones, inicialmente de cuatro, cinco, o hasta seis horas (hoy día estandarizadas en unas generosas tres), convocan una cantidad imprecisa de personas. Cuatro, ocho, quince, conocidos, desconocidos, permanentes, provisorios, todos sonríen, amontonados entre los rebotes agudos de la cocina. No hay reglas: sólo unas pocas prácticas, casi implícitas. Nadie da órdenes, el encuentro sucede en el aire. El grupo infinito.
Ha pasado innumerable cantidad de personas, creo imposible nombrar a todos. Aquí, unos cuantos:
Sil Bertone, Sergio Forster, Leandro Frías, Caro Grinspan, Ian Kornfeld, Ana Freiberg, Cata Ovit, Carolina Ferraiuolo, Lucía Mazer, Natalia Mazer, Carmen Baliero, Natalí Palai, Tremor (Leo Martinelli), María Pardillo, Nicolás Rodriguez Rey, Andrés Oddone, Adrián Bertol, Alejandro Quattordio, Juan Rey, Santiago Rey, Sebastián Gómez Tejedor, Celeste Rodriguez, Ruben Darré, Clara Rey, Fernando Gutiérrez, Pablo Lembo, Sebastián Rocotovich, Mariano Sivak, Violeta Burkart Noé, Alejandro Levacov, Pablo Grinjot, Gustavo Uziga, Magda Sanz, Paola Burgos, Emmanuel Bayugar, Mariana Skiadaressis, Sergio Villanueva, Pablo Ziccarello, Sebastián Ziccarello, Pablo Aranda, Guido Leveratto, Max Farber, Ricardo Cabral, Juan Cruz Palacio, Federico Orio, Eduardo Ferrer, Julián Urman, y muchos más, cuyas caras y nombres se entremezclan, tal como sucede cada semana con la música en el aire.
Algunas improvisaciones aquí: